martes, 10 de diciembre de 2013

El Cerro Minero



Estamos en Alquife, donde se encuentra el mayor yacimiento de hierro de Europa. Pude visitar esta zona los primeros días que llegué a PostApokaliptia y fué este lugar el que me enganchó a esta afición. Esta vez iba invitado por el escritor y divulgador granadino, José Manuel Fernandez, autor de la obra "Las Leyendas de Nuestros Pueblos" y con él, Jesús Valenzuela, antiguo trabajador de las minas del marquesado y ex-alcalde de Alquife, de los que aprendí muchísimo en su compañía. Gracias a ellos se pudo realizar esta visita y hacia ellos van dedicadas las entradas de esta serie que titulo "PostApokaliptia al Minero".

Decir que estamos en las Minas de Alquife no vulnera la regla de no revelar la localización del abandono, pues no es un abandono en si. Se trata de una zona de gran interés cultural. En futuras entradas trataremos la historia de este complejo minero y su situación actual.

Esta serie será mi pequeño homenaje a las Minas de Alquife, y sobre todo, a sus mineros. Estas entradas del blog seran especiales ya que añadiré fotos de mi primera visita, muchas de ellas inéditas y las nuevas que pude realizar esta última, y serán especiales también porque hablaremos de cosas y curiosidades que no se cuentan en cualquier reportaje que puedas encontrar sobre este lugar y como ejemplo, esta primera entrada de la serie. Hay muchos reportajes sobre las Minas del Marquesado, pero ninguna sobre el Cerro Minero.

En esta entrada introductoria trataremos parte de la historia de Alquife y de la comarca del Zenete, en especial, el Cerro Minero con las ruinas del Castillo y sus cuevas, el paisaje que se puede apreciar desde su cima: las Minas del Marquesado al norte, el pueblo de Alquife al Sur, Las llanuras con la dominación del castillo de la Calahorra al este, y el Picón de Jérez o de Sierra Nevada al oeste. Contaremos algunas curiosidades históricas que ocurrieron por aquí, un poco de épica caballeresca y amoríos de la edad media, mencionaremos películas, veremos un NODO e intuiremos alguna que otra sincronicidad oculta en estas líneas.

Espero que os guste...

El Pueblo de Alquife


Alquife se encuentra en la cara norte de Sierra Nevada, en el pasillo natural entre ésta y la Sierra de Baza. Su nombre suena a liturgia metálica y contrariamente a lo que sucede con el resto de los municipios que lo circundan (Minas del Marquesado, San Antonio, Virgen de Begoña y San Hermenegildo), opta por establecerse sobre el llano al pie del Cerro Minero. Dibuja una estructura urbana desordenada, situada en el margen izquierdo de la vía principal de comunicación que pasa junto a este municipio y que une Granada con Almería.

Alquife y el Cerro Minero (Foto de Radio Saigon)

Su nombre árabe "al-Kahf", la gruta, denota su pasado de explotación minera iniciado por los romanos. En el período árabe-andalusí las minas siguieron siendo explotadas, y fueron los árabes quienes dan nuevo nombre al lugar: al-Kahf, de donde procede Alquife. Este pequeño pueblo contaba en 2012 con 712 habitantes.

Históricamente forma parte de la comarca conocida como Marquesado del Zenete.

 El núcleo urbano se ha desarrollado sobre la base del cerro, adoptando una forma alargada


 Jesús Valenzuela, ex-alcalde de Alquife y el escritor granadino, José Manuel Fernández


Monumento al Minero en Alquife


Panorámica de Alquife y las cuevas del Cerro Minero


Nos escontramos en un lugar de gran interés histórico, geológico, paisajístico, técnico-industrial y etnológico, que han derivado en una forma de vida y de trabajo deteminadas, configuradores de una identidad colectiva en el territorio. El conjunto minero se encuentra en los términos municipales de Alquife, Lanteira, Aldeire, y Jérez del Marquesado, en la provincia de Granada.

Si bien en el periodo nazarí fue esta zona, Alquife, el principal productor de hierro de al-Ándalus, será en los siglos XIX y XX cuando alcance su estadio álgido, convirtiéndose en el mayor centro productor de hierro de España. 





Panorámica de las Ruinas al pie del Cerro Minero



El Cerro Minero

Hay que advertir que se debe de mirar bien dónde pisa uno...



Aquí se asientan las explotaciones mineras más antiguas, del siglo X-XI, que siguieron activas y excavándose hasta mediados del XX. En este lugar se encuentran varias explotaciones, entre las que cabe destacar por su antigüedad y riqueza: la concesión «La Oportunidad», la primera concesión belga de la época contemporánea situada en el Cerro del castillo; y en los aluviones de este, la «Cueva del Castillo», la «Cueva de los Grajos», la «Cueva de la Cebada o del Corral» y otras dos en la ladera sur, sobresaliendo la que presenta la inscripción «Gran afloramiento» pues conserva restos de la antigua alquería. Otras galerías mineras a reseñar son las ubicadas al fondo de la Corta, por la torre este del castillo que son estrechas e irregulares. En la ladera este del cerro se halla la «Cueva de las Cinco Bocas» que consiste en un grupo de pequeñas minas. También se abre una trinchera de unos 2 m de profundidad que desemboca en una gran corta que se corresponde con la «Cueva de los Almendros» al oeste y la «Cueva de los Ladrones».

Cuevas en la ladera sur del Cerro Minero y el Castillo de la Calahorra al fondo

El Castillo de la Calahorra


 
En la cima del Cerro, el Castillo de Alquife


 El Castillo de Alquife

El yacimiento de Alquife constituyó el potencial de hierro más importante de Europa. Desde el siglo X-XI, en épocas omeya y taifa, se registran los vestigios más antiguos de explotación minera. Alquife se configura desde la etapa nazarí como el principal centro productor de hierro de la comarca del Zenete. Las minas en este período islámico se situaron cerca del castillo, en el conocido Cerro Minero, pues desde él se ejercía el control de las mismas. Tras la conquista cristiana, en 1485, Guadix siguió siendo un importante centro siderúrgico gracias, en buena medida, al mineral llegado de Alquife.

 

Castillo de planta sensiblemente pentagonal de cuyo recinto amurallado puede seguirse su perímetro completo. Se conservan hasta un total de siete torres y restos de murallas de tapial sobre base de mampostería en sus cinco lados. De las primeras, construidas en mampostería, sólo dos de ellas conservan el relleno interior de hormigón pobre en cal.

En su interior, al noreste, se encuentra el aljibe, de planta rectangular, con dimensiones medias de 5,85 por 3,20 metros y una profundidad hasta el relleno de 2,52 metros. Está construido con muros de hormigón y estaba cubierto con bóveda de mampostería, de la que quedan indicios de su arranque.

En el centro, en la parte más elevada del recinto, existen, enrasados con el terreno, restos de muros de mampostería careada que conforman un espacio de habitación, y que podrían pertenecer a la distribución interior de la fortaleza o a una torre interior a modo de torre del homenaje.






Vistas de Sierra Nevada desde el Cerro Minero


El Picón de Sierra Nevada

Se puede apreciar a la izquierda de esta foto el Picón de Sierra Nevada (la zona más alta) lugar donde se estrelló un avión del ejército norteamericano hace 53 años, a 3.000 m. de altura. Viajaban a bordo 24 oficiales de la marina, entre ellos varios jugadores de baloncesto. 


Esta historia nos recuerda a  otra popularmente conocida como el "Milagro de los Andes". El accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que ocurrió el 13 de octubre de 1972, cuando el avión militar con 40 pasajeros y cinco tripulantes que conducía al equipo de rugby Old Christians, se estrelló en un farellón de la cordillera de los Andes en Mendoza, Argentina, a 3500 m.

Este grupo pudo sobrevivir durante 72 días y no morir por inanición gracias a la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos, quienes estaban enterrados en las afueras del fuselaje.



El accidente de Sierra Nevada es menos conocido pero puso en el mapa a Jérez del Marquesado, un pueblo que entonces tenía tres mil habitantes y que nadie por allí ha olvidado 50 años después...

Viven!... en Sierra Nevada

El 8 de marzo de 1.960, un avión militar DC-4 norteamericano llamado "Ciudad de Madrid" se estrelló a 3000 metros de altura, en el Picón de Sierra Nevada. Depués del accidente, el piloto y uno de los oficiales, heridos y tras varias horas de camino en la noche entre la niebla y la ventisca, se presentaron en el pueblo y se hicieron entender doblando una hoja de periódico con forma de avión . Dio comienzo entonces un rescate histórico por parte de los jóvenes de la Comarca que cambió la historia de Jérez del Marquesado.

Fotografías sacadas del Periódico Ideal en 2010 sobre el 50 aniversario del accidente de avión.




Pudo ser una catástrofe pero sobrevivieron los 24 tripulantes que viajaban a bordo. Este accidente es inédito ya que no hay referencias de un accidente aereo a esa altitud sin victimas.

La historia contada 50 años después por sus protagonistas




El mismisimo embajador de Estados Unidos acudio al pueblo a mostrar su gratitud a la población y en reconocimiento se les mando ayuda alimentaria y ropa durante años, tambien se les dio en propiedad los restos del avión con lo que sacaron 1.400.000 de pesetas (de las de antes) que gastaron para arreglar el campanario y traer el agua potable al pueblo.





 
Al estilo de "Bienvenido Mister Marshall"



Imágenes de la película


El Castillo de la Calahorra



Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid"
Desde el Cerro Minero podemos ver cómo domina la llanura "El castillo de La Calahorra", de estilo militar renacentista, se ubica en la parte más elevada de un cerro amesetado, lugar privilegiado para controlar las tierras del Marquesado y sus comunicaciones, formando parte de un paisaje singular.

Las excavaciones arqueológicas constatan que precediendo a la fortaleza renacentista existía otra de época andalusí. La actual se erige a principios del siglo XVI por el hijo ilegítimo del cardenal Mendoza, que fundó en esta comarca un mayorazgo a favor de su heredero, don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, hijo del Cardenal Mendoza y nieto de Marqués de Santillana, primer marqués del Cenete y primer Conde del Cid, título último relacionado con su posesión de la fortaleza del mítico Cid Campeador en Jadraque, personaje del que se declararía sucesor y del que adopta sus apellidos. 
 

 Marquesado del Cenete

El marquesado del Cenete es el título nobiliario español que la reina Isabel la Católica concedió en 1491 a Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza. Su nombre se refiere a la subcomarca del Zenete. Zenete deriva del árabe Sened, que significa "falda, subida, cuesta del monte", en referencia al declive de Sierra Nevada. El mayorazgo del marqués incluía además las baronías de Ayora, Alazque, Alberique y Gavarda en el reino de Valencia y los señoríos de Jadraque, el Castillo del Cid y Alcocer, en Guadalajara.

Su padre, el Cardenal Mendoza, le consiguió el Condado de Cid. Curiosamente la Reina Isabel, tran exigente en cuestiones de moral, no le tuvo en cuenta el repetido desliz a su padre, llamando a sus hijos "los bellos pecados" del Gran Cardenal.



Entre la épica caballeresca, una historia de Amor

I Marqués del Cenete
Participó en la guerra de Granada a las órdenes del segundo Conde de Tendilla, especialmente en la toma de Baza. Era de genio muy vivo y violento, teniendo una existencia inquieta y turbulenta. Un auténtico Don Juan. Casado con Leonor de La Cerda en 1492, pasa a residir en Jadraque. Engaña repetidamente a su esposa y tienen un hijo que muere. Queda viudo en 1497, un par de años mas tarde se va a Italia. Es en Italia donde conoció el "gusto" arquitectónico renacentista.

Las andanzas amorosas del marqués de Cenete eran casi o tanto más conocidas que su habilidad con la espada; el propio papa Alejandro VI quiso casarlo con su hija, la famosa Lucrecia Borgia, pero el marqués se negó pues estaba enamorado de la quinceañera María de Fonseca, hija de Fernando de Fonseca, señor de Coca y Alaejos, y sobrina del famoso Alonso de Fonseca el Viejo, arzobispo de Sevilla y consejero de Enrique IV. Esta pretensión del marqués chocó frontalmente con los planes del linaje Fonseca, que querían desposar a María con su primo, Pedro Ruiz de Fonseca, con el fin de afianzar su patrimonio territorial. No obstante, la dama en cuestión había quedado prendada del gran galán que era don Rodrigo, profesándole grandes amores incluso en tiempos de la Reina Católica. Por ello, el regente Fernando de Aragón dictaminó que María de Fonseca quedaría confinada en tercerías en el castillo de Arévalo hasta que el Consejo Real decidiese con quién habría de casar la dama. Se celebró incluso un desposorio por poderes, pero tal era el enamoramiento de la joven María que se negó a cohabitar con su primo y esposo. A pesar de las palizas recibidas, ésta le fue fiel al marqués. A ello se unió, como es lógico pensar, las apelaciones realizadas por don Rodrigo, que no cejaba en su empeño de casarse con su amada. En 1502, el marqués de Cenete hizo correr el interesado rumor de que él se había desposado con María con anterioridad, lo que convertía a Pedro Ruiz de Fonseca en culpable de bigamia. Ante tales desacatos, la reina Isabel ordenó que el marqués fuese encerrado en el castillo de Cabezón, al tiempo que el linaje Fonseca ordenaba también una vida vigilada para María en la fortaleza de Alaejos, dominio solariego de la familia.

Con la entronización de Felipe de Habsburgo y Juana de Trastámara ("Felipe el Hermoso y Juana la loca") como monarcas de Castilla, la cuestión continuaba sin estar resuelta, y se complicó aún más por el hecho de que el rey Felipe, sin duda buscando apoyos en la nobleza castellana, puso en libertad al marqués. En la entrevista de Villafáfila, Fernando el Católico y Felipe I de Castilla habían acordardo de forma un tanto brusca el traspaso de poderes en el reino; a los pocos días, todavía el embajador de Felipe, Pedro de Guevara, inquiría en Tordesillas a Fernando II de Aragón cómo podría el nuevo monarca solucionar el enfrentamiento que traía de cabeza al marqués de Cenete y a los Fonseca. Ante esta indefinición de acontecimientos, y sobre todo tras la muerte de Felipe I, en septiembre de 1506, el marqués de Cenete aprovechó la confusión reinante para asestar un golpe de gracia al pleito: con ayuda de una conspiración palaciega, don Rodrigo raptó a su enamorada María del convento burgalés de Las Huelgas, donde se encontraba la dama después de haber dejado Arévalo. La osadía del marqués fue enorme, al desafiar a la autoridad regia y a la del Consejo Real, sin duda imitando la vida caballeresca preceptiva del estamento al que pertenecía y que tanto había leído en novelas de caballerías. La apuesta le salió bien, pues en 1507, ya con Fernando de Aragón como regente de Castilla, fue perdonado y el matrimonio pudo celebrarse, a pesar de que la dama fue desheredada por sus parientes. El acontecimiento, que el erudito Juan Catalina se encargó de diseccionar convenientemente, fue uno de los hitos sociales más importantes en los primeros años del siglo XVI e, incluso, dio lugar a la composición de coplas y cantares.

Rodrigo llevó a María a Jadraque y luego a Granada, dónde edificó para ellos el genial Castillo-Palacio de La Calahorra, obra de Lorenzo de Vázquez, donde la alojó. El proyecto de La Calahorra debió gestarse durante el viaje que don Rodrigo realiza a Italia entre 1506 y 1508, durante el cual debió encargar y obtener los primeros planos y diseños para la decoración de su castillo. Este casamiento por amor parece que le asentó un poco el genio, pero pronto dejó el palacio por sus territorios en Ayora (Valencia). Tuvo enfrentamientos con el conde de Tendilla pues Rodrigo fue partidario de Felipe el Hermoso e Ínigo de Fernando el Católico.

Se trasladó definitivamente a Valencia cuando su hermano fue nombrado allí Virrey. Era gobernador de la ciudad de Valencia cuando la revuelta de las Germanías, mostrando dotes militares y políticas que le permitieron permanecer en la ciudad durante la revuelta tras la derrota militar inicial de su hermano.

Actuando como mediador en diciembre de 1521 frente a los agermanados de Xátiva, fue aprisionado el 28 de enero por el caudillo Vicente Peris y liberado el 9 de febrero de 1523 en Valencia por los propios valencianos. Moriría el 22 del mismo mes de tristeza por la muerte de su esposa siendo enterrado con ésta en una preciosa sepultura en el convento de Santo Domingo de Valencia.


El "Taj-Mahal" de la Calahorra


Don Rodrigo Mendoza erige su castillo-palacio en el sur de la meseta, desde donde se obtiene el mejor control visual del territorio circundante.



Las Minas

La minería de época moderna estuvo descapitalizada y fue propiedad del marqués de Cenete. Si bien, el auge de la minería del Zenete llegó a comienzos del siglo XX, el capitalismo introdujo en la minería industrial nuevas técnicas y maquinaria de explotación modernas que permitieron extracciones ingentes y rápidas, fundamentalmente de hierro, pero también de cobre y plata. Durante este período las explotaciones mineras reaprovecharon las excavaciones del Cerro y se extendieron hacia la llanura.



Las minas de Alquife fueron, y siguen siendo, el orgullo minero de la provincia de Granada. Al ser una explotación a cielo abierto goza de una característica belleza.


Estas minas son un ejemplo paradigmático, como sucedió en Linares (Jaén) o en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), donde gran parte de las concesiones y derechos de explotación estuvieron en manos extranjeras. Este patrimonio industrial minero posee una especial relevancia en la provincia de Granada y es considerado el yacimiento de hierro mas grande de Europa.




En próximas entradas trataremos la historia de este complejo industrial, pero antes hablaremos del poblado minero de Minas del Marquesado abandonado en 1996.

Fuentes

Próximamente

PostApokaliptia al Minero II
Poblado de Minas del Marquesado

PostApokaliptia al Minero III
El Parque Minero

PostApokaliptia al Minero IV
Las Minas de Alquife

    PostApokaliptia al Minero V
    Anexo y Galería B&W



    2 comentarios:

    1. Madre mia de mi amor u de mi corazón te has vuelto a estrenar como un campeón macho, me has dejado alucinado y con la boca abierta. Solo tengo una duda se puede entrar a ese castillo?
      El reportaje esta genial y ya estoy esperando a que subas el siguiente que será igual o mejor que este. Un abrazo.

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      1. jajaja Gracias Carlos! me alegro que te haya gustado ;) y si, se puede visitar el Castillo de la Calahorra, las visitas solo se hacen los miercoles y aquí tienes el teléfono donde te podrán informar mejor 958 677 098, eso si... si tienes la intención de visitarlo, avísame!!!! Un abrazo!

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